Desde que decidí empezar a publicar mis textos en internet experimenté un alud de sorpresas. Esta suerte de supermadriguera que nos enchufa sistemáticamente a un caudal caótico de basura y datos rizomáticos tiene sus reductos y canalejos amigables. Uno de mis túneles preferidos es el que se abre hacia la difusión independiente. Pequeñas editoriales, revistas diminutas, bitácoras lilliputienses, espacios alternativos para hacer públicos trabajos que hasta hace no mucho tiempo parecían tener que debatirse entre la mecánica del Mercado Editorial y el Olvido Absoluto. Estos espacios alternativos surgen en medio de la cosa, no como centro ni equilibrio, no como justa medida ni como mínimo común múltiplo, sino como tangente necesaria, como rayo disparado, como fuga de gas, falla en el dique, equívoco.
difusionalterna
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