Las siete diferencias

Supuse que N había puesto el pie sobre el respaldo de la silla para empujarla y dejar suspendidos sus zapatos en el eje Y, trazado desde la X marcada en el piso con cinta policial hasta el nudo que uniría su cuello roto a la cadena de la araña.

Infiero que los pies del muerto no alcanzaron a tocar el respaldo de la silla, menos empujarla. El oficial Z entró nuevamente por el pasillo, borró una huella con su pañuelo y se fue. Suspendido de la araña, N parecía mirar con aflicción la cruz marcada en el piso.